viernes, 18 de junio de 2010

Delfines








Cuando me dijeron que me iba a Tenerife a una semana del cierre del número cinco, no acababa de verlo, la portada, casi cincuenta páginas de la moda de verano por acabar y un montón páginas del número de julio y agosto. Nos pusimos manos a la obra.


Tras un vuelo tranquilo, nos recibieron con mucha amabilidad en el recién estrenado Hotel Buenavista Golf & Spa, situado cerca del mar en el punta de Teno, al Noroeste de la Isla. Construido en lo que fue la Hacienda del Conde de las Siete Fuentes, recrea un acogedor estilo colonial, con grandes alturas, cristaleras, maderas tropicales, muebles traídos del sureste asiático que evocan épocas de grandes rutas a Oriente. Espacios decorados con tapicerías en colores naturales, tostados, tabaco, arena, tumbonas insinuantes y camas balinesas al borde de la piscina invitan a olvidarte del mundo.


¿Golf o Spa? Todos estuvimos de acuerdo (cuatro periodistas invitados de distintas revistas y yo) en que una relajación en el spa era una buena manera de empezar nuestra estancia en la isla. Puro placer, acompañados por la organizadora de la visita, Alicia Sánchez de Inforpress y Aixa Rodríguez, directora de Marketing de Vincci, que fueron unas atentas anfitrionas y nos mimaron en todo momento.


Descubrí una isla distinta de la que había conocido años atrás. Lejos del tópico de tostarte al sol en una tumbona. Organizaron una ruta de senderismo por las montañas de Teno y el valle de Masca, con el responsable de Teno activo un amante de la naturaleza y de su isla que organiza aventuras a la carta, una caminata entre desfiladeros hasta el mar, kayak, buceo…, espectacular.


El segundo día, fuimos en un barco, propiedad de Vincci Hoteles, hacia el sur. No perdí la ocasión para darme un chapuzón desde el barco y nadar hasta una calita desierta de arenas negras y, al caer la tarde, nos llevaron a buscar delfines. ¡Qué emocionante! Aparecieron de repente, cinco o seis, nadando pegados a nuestro barco, jugaban con la estela, saltaban y se volvían

a sumergir y rodeaban el barco dejándose fotografiar.

Por la noche nos alojamos en el elegante y exótico Hotel La Plantación del Sur, donde pudimos descansar de tantas emociones y tomar una excelente cena en su restaurante con los mejores vinos y productos de la isla.


Anímate a una escapada Bazaar para olvidarte del mundo por un rato.